10/5/2023
7 minutos
La inmediatez en las transacciones es una ventaja que ha traído internet. Ella hace posible que millones de compradores realicen operaciones en segundos. De allí que hay que brindarles la seguridad necesaria contra el fraude comercial.
Según el portal web Statista, el porcentaje de compradores online en el planeta se ubica en un 85%. También registran que durante el 2020 los ingresos por ventas online ascendieron a 4,2 billones de dólares estadounidenses.
¿Conoces qué es el fraude comercial y sus tipos? A continuación te mostramos en qué consiste, sus diferentes modos y qué debes hacer para proteger a tu empresa y a tus clientes.
Si bien el comercio electrónico ha aumentado en los últimos años, también lo ha hecho el riesgo de ser víctima de una estafa. El fraude comercial se define como el engaño realizado por un tipo de establecimiento hacia los consumidores.
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Evidentemente, se trata de un establecimiento ilegal dirigido por un estafador que emplea la imagen y canales de comunicación idénticos a los de un comercio legal. Todo gira en torno a lograr un pago digital que beneficiará al delincuente.
La mecánica consiste en utilizar datos obtenidos para cometer operaciones fraudulentas por estos canales de pago y afectar a los comercios. Así, cada vez que un establecimiento recibe una operación, puede estar en riesgo.
¿Cómo puede distinguirse entre el fraude comercial y el fraude transaccional? Como se dijo anteriormente, el fraude comercial se enfoca en la suplantación de identidad de un establecimiento con el fin de aprovecharse del cliente descuidado.
En cambio, el fraude transaccional se refiere al modo de lograr que un cliente realice una transacción que afecte a un comercio. También sucede que trata de hacerse pasar por un cliente que realiza una transacción y esta afecta al comercio.
Entre estas pueden contarse los reembolsos, los contracargos por transacciones no autorizadas.
Las formas de defraudar a clientes y comercios en la web son cada vez más sofisticadas. En la medida en que se crean nuevos modos de prevención, también se idean nuevas formas de estafas.
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Conocer estas últimas es lo que permite reducir los riesgos de ser víctima de sus perpetradores y transitar por penosos trámites legales. Algunos de los tipos sofisticados utilizados en el fraude comercial te los presentamos a continuación.
La creatividad por parte de los ciberdelincuentes no escatima en esfuerzos para actualizarse. Por ello, han innovado en este método para obtener dinero y posteriormente desaparecer sin responder por lo ofrecido.
Este modo consiste en crear un establecimiento virtual fraudulento pero con todas las señas de uno legal. A través de él consiguen financiamientos y préstamos con una fachada convincente y una vez agotados los medios, desaparecen.
Esta es una de las formas más comunes y por lo tanto más fáciles de valerse para cometer fraude comercial. Y aunque se trabaja en su reversión, las personas siguen en riesgo de ser defraudadas por expertos estafadores.
Aquí el falso comprador ha dado con los datos de un cliente y los utiliza para cometer cualquier tipo de fraude. Entre ellos están los fraudes de contracargo, las compras fraudulentas, fraude con tarjeta de crédito o el fraude de triangulación.
Las operaciones comerciales falsas son un tipo de actividad de alto riesgo por las que hay que tener mucho cuidado. Las mismas consisten en realizar actividades económicas que no tienen nada que ver con lo ofrecido por el comercio.
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Es decir, se utiliza una fachada para desviar la atención de las operaciones fraudulentas que realmente se están realizando.
Cuando un establecimiento realiza actividades comerciales suele estar definido por el tipo de ramo al que se dedica. En este tipo de fraude comercial el ciberdelincuente falsifica la información del establecimiento y su ramo.
De esta forma, se dedica al comercio y actividades ilegales tras haber alterado la información de los servicios o productos ofrecidos.
Otra de las ventajas en el avance tecnológico es el desarrollo de soluciones cada vez más eficaces para hacer frente a los retos del futuro. En este sentido, la IA es un aliado inestimable, así como el machine learning.
Mediante el monitoreo de cada transacción y el reporte de intentos de fraude o tasas de aceptación en tiempo real, Bayonet blinda tu negocio. También pone a tu disposición una plataforma de fácil instalación y manejo.
El aprendizaje automático mediante el análisis de millones de puntos de datos aprovechando la big data ayudan a detectar los novedosos intentos de fraude. Con esto reduces en 80% promedio el riesgo de fraudes y aumenta a más de 18% las transacciones exitosas.
Con las posibilidades del uso del internet, como las operaciones remotas e inmediatas también crecen los riesgos. Un estafador solo necesita de segundos para obtener los beneficios mediante acciones ilegales.
Por lo anterior, los desafíos de la modernidad demandan soluciones instantáneas como las que te ofrece Bayonet. Mantén la confianza entre tus clientes a partir de la seguridad que les brindas en sus operaciones comerciales.
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