5/10/2023
6 minutos
La posibilidad de ser víctimas de fraude genera preocupación constante en los negocios. Sin embargo, en el afán de disminuir esta posibilidad se podrían ver afectadas las ventas. De allí la importancia de una eficiente gestión de riesgos.
Cualquier acción que se tome para evitar fraudes tendrá inevitablemente una incidencia en la operatividad del negocio y las ventas. Estas incidencias pueden ser más efectivas siempre que la gestión de riesgos se realice estratégicamente.
¿Cuáles son las soluciones más eficientes en la gestión de riesgos? Sigue leyendo, que te entregaremos un top 3 en este artículo.
Los clientes pueden elegir un servicio de gestión de pagos por distintas razones, pero hay una que es un común denominador: la fiabilidad. Los clientes buscan plataformas que les ofrezcan la seguridad de que cada transacción será legítima.
Con la correcta gestión de riesgos los clientes tienen garantías del respaldo de una plataforma que evitará que se pierdan recursos. Además de que su buena reputación, de cara al usuario final, depende en gran medida de esa gestión.
Una buena estrategia de gestión de riegos tiene que ser construida según los requerimientos y recursos del cliente.
Además, permite que el cliente pueda poner toda su atención en asuntos más ligados a la productividad o las ventas del negocio.
Es necesario además que exista un equilibrio entre la detección del fraude y la gestión de las transacciones legítimas. De cara al usuario final, el recorrido de la compra tiene que ser fluido para que se fidelice.
Si no hay una correcta gestión de riesgos, las actividades fraudulentas tienen el potencial de socavar las estructuras de las empresas. Pueden afectar las finanzas, los recursos de la organización e inevitablemente las ventas.
Para alcanzar los objetivos de venta periodo a periodo es necesario captar y fidelizar usuarios.
El negocio puede ofrecer una interesante propuesta de producto, un servicio de calidad, pero ¿qué pasa si su plataforma de pago no es confiable? Los clientes simplemente no cumplirán sus recorridos completos y las ventas no se sostendrán.
La gestión de riesgos tiene que ser, en todo momento, un potenciador de la productividad y de las ventas. ¿Qué acciones van en concordancia con esta premisa?
De nada sirve tener un equipo o proveedor que se encargue de la gestión de riesgos si no monitorean y actúan en tiempo real. En la actualidad los defraudadores cuentan con herramientas para estar activos constantemente.
Si los gestores de riesgo no trabajan al mismo ritmo de los defraudadores, será muy poco lo que puedan hacer para detenerlos. Por ello, el objetivo de la gestión de riesgos es la detección de comportamientos sospechosos. Solo así se pueden evitar los fraudes.
Cualquier hora del día o de la noche podría ser el momento ideal para que los defraudadores cometan el delito. Las plataformas, herramientas y tecnología para combatir estas actividades deben estar disponibles entonces 24/7.
Esto significa que los equipos deben estar preparados para dar respuesta inmediata, sin importar la hora ni el día de la semana.
Y es que con el crecimiento del e-commerce los clientes finales están dispuestos a realizar operaciones en cualquier momento. Esto obliga a que los encargados de la gestión de fraudes trabajen con esa misma intensidad.
Este nivel de entrega, con mucho compromiso y calidad de atención 24/7, rinde sus frutos a corto, mediano y largo plazo.
La información es poder y de eso se trata esta solución. De contar con una base de datos que contemple patrones sospechosos de fraude. Esto permite tener puntos de comparación y por tanto la identificación más expedita de los posibles fraudes.
La implementación de tecnología de vanguardia debe ir de la mano con la gestión de riesgos para que sea eficiente.
Para generar una base robusta se puede recurrir a asesores de gestión de fraudes. También se puede construir con la propia información que se vaya levantando en las transacciones del negocio.
El propósito final es que la base de datos sea lo suficientemente robusta como para que ayude a identificar a la mayor cantidad de defraudadores. Además, se tiene que ir enriqueciendo, con nueva y más completa información
Igualmente, una base de datos eficiente tiene que ser dinámica. Esto quiere decir que tiene que actualizarse con cada nueva transacción que se realice en el negocio.
La gestión de riesgos es una tarea que influye en el desempeño de un negocio. No importa si es grande o pequeño, tiene que existir quien cumpla estas tareas. Solo así será posible proteger el negocio, sus ventas y por tanto su productividad.
Cuando se hace una correcta gestión de riesgos, la experiencia del cliente mejora. Hay que darle su justa importancia a la comunicación y a elegir una empresa que pueda gestionar los riesgos con profesionalidad.
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