Fraudes financieros cibernéticos: qué son, tipos y cómo evitarlos
Los fraudes financieros han encontrado en el universo digital nuevos nichos de oportunidad. La distancia y velocidad con la que se realizan comunicaciones, negocios y transacciones digitales se convierten en el caldo de cultivo ideal para todo tipo de ejercicios fraudulentos que tienen como víctimas a empresas y particulares.
¿Cuáles son las prácticas más habituales de fraude financiero? ¿Cómo evitarlos? Vamos a responder a tus preguntas en este artículo.
¿Qué son los fraudes financieros cibernéticos o digitales?
En México, el delito de fraude financiero cibernético es tipificado por la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) de la siguiente manera: “Las estafas que utilizan la red, para realizar transacciones ilícitas”.
Se trata de prácticas que se benefician de varios factores:
La falta de candados y medidas de seguridad por parte de usuarios y empresas.
El descuido y credulidad de los usuarios.
La brecha tecnológica que favorece a defraudadores por encima de usuarios y empresas.
La principal consecuencia de estas actitudes y carencias es la apropiación de la información personal y los datos bancarios de empresas y usuarios. Dicha data puede ser usada con diversos fines que afectan patrimonios y confianza.
Tipos de fraudes financieros digitales que debes conocer
Phishing o suplantación de identidad: el defraudador se hace pasar por contactos de la víctima o por una empresa o institución financiera o estatal para solicitar y robar información sensible: datos personales y bancarios, por ejemplo.
Según cifras de la empresa de ciberseguridad TransUnion, es la forma de fraude más común, con un 27% de los casos a nivel global.
Recibos bancarios falsos: clonación de solicitud de depósitos o pagarés que dirigen la transferencia bancaria a las cuentas de los defraudadores. Se trata de documentos digitales en aparente orden y legalidad.
Software malintencionado: se trata de programas que se instalan sin autorización del usuario. Una vez en el dispositivo puede realizar diversas operaciones nocivas: desde robo de datos (número de cuentas bancarias, contraseñas y data personal) hasta redirigir el tráfico a páginas fraudulentas..
Robo de datos de tarjetas: se realiza dirigiendo al usuario a sitios de captura en los que se ofrece, por ejemplo, una suscripción gratuita que necesita para su trámite de los datos de la una tarjeta de crédito, que serán usados para realizar compras no autorizadas.
Es importante mencionar que la ciberdelincuencia evoluciona con la tecnología, y una de sus fortalezas es que se esmera por un ir un paso adelante. Vale mencionar que día con día crean nuevas formas de fraudes financieros.
Entre estos nuevos delitos podemos encontrar diferentes formas de especialización como:
Smishing: robo de información de un celular a través del control de su tarjeta SMS.
Venta de boletería falsa.
Oferta de artículos inexistentes y pasajes de avión, estadías de hotel y viajes fraudulentos, entre otros.
Principales riesgos de este tipo de fraude para las empresas
Además de las afectaciones económicas (para sí mismas, para sus clientes e incluso proveedores), los fraudes cibernéticos implican una serie de graves consecuencias para las empresas.
Gastos en devoluciones y judicializaciones. Si se demuestra que el fraude fue provocado por omisiones de la empresa, le corresponde devolver los cargos al cliente. En algunos casos, podría enfrentar causas penales por corresponsabilidad.
Gastos en mantenimiento y reparaciones. Algunas de las herramientas de la ciber delincuencia, como los troyanos y los virus, pueden dañar componentes de equipos y redes, tanto de la empresa como de los clientes.
Daños al prestigio de la marca. Los fraudes financieros cibernéticos tienen como una de sus características que siembran la duda en las víctimas sobre la complicidad misma de empresas y marcas. Las organizaciones, al menos, quedan signadas por una mala experiencia de sus clientes.
Desconfianza en los mecanismos de pago y protocolos de seguridad. Una consecuencia del daño a la reputación de una empresa (en esta era en que toda experiencia de compra se socializa al instante) es que los clientes ya no confían en la operatividad de la marca.
¿Cómo combatir los fraudes cibernéticos?
Las empresas deben convertirse en la primera línea de defensa contra los fraudes financieros, porque les corresponde ofrecer a sus clientes no solo la mejor experiencia de compra sino también la más segura. Además de que evitar estos crímenes afectan la viabilidad misma del negocio.
¿De qué manera una organización puede evitar los fraudes financieros digitales?
Adquiere un software antifraude. Estas herramientas combaten este tipo de crímenes. Suelen ser programas no solo para detectar fraudes en progreso sino para prevenir sus nuevas formas.
Fortalece las buenas prácticas de ciberseguridad. Los fraudes cibernéticos tienen sus mayores aliados en los descuidos personales. Por ello es fundamental establecer en toda la cadena de atención al cliente (desde su atracción hasta los servicios posventa) una cultura de prevención y formación continua.
Mejora tus canales de comunicación con tus clientes. Informa a tus clientes sobre la posibilidad de los fraudes cibernéticos y sobre la necesidad de que tomen sus propias precauciones. A la vez, mejora la omnicanalidad para que se comuniquen con tus equipos ante cualquier señal de alerta.
¿Qué hacer si se es víctima de un fraude financiero digital?
Según establece la Condusef, una víctima de fraude financiero cibernético cuenta con un plazo de 90 días naturales para realizar una denuncia sobre cargos no reconocidos en compras digitales.
Una vez hecha esta denuncia, corresponde al banco emisor de tu tarjeta o receptorio de tu cuenta investigar si autorizaste o no el cargo a través de diferentes tecnologías.
Si necesitas asesoría a este respecto, Condusef te asesora y acompaña a través de este enlace.
Los fraudes financieros cibernéticos son delitos que se favorecen de las nuevas tecnologías y de la oportunidad. Son incidentes que afectan la economía y confianza de los clientes, y afectan el prestigio y rentabilidad de las empresas.
Por ello es importante que se prevengan y combatan con estrategias integrales que incluyen el fortalecimiento de infraestructuras tecnológicas y el establecimiento de una cultura de la prevención.
Entre estas estrategias destacan la implementación de software de inteligencia artificial antifraudes. Bayonet te ofrece el mejor, pues previene el más amplio espectro de fraudes específicos, haciéndolo ideal para todo tipo de negocios. Ponte en contacto con nosotros.